La encontré



Hoy, justo después del examen salí a la busca de la casa esa tan curiosa de la que os había hablado. Empezaba a llover, como llueve en Lovaina: gotita por gotita. Pero aún así mi cuiriosidad era mayor y salí a buscarla. No me llevó mucho, estaba más cerca de lo que creía, era girar una calle y ya estaba.

La casa no era en realidad una casa sino más bien un bloque de apartamentos, aunque con una forma más divertida, menos "bloque". Se podía entrar en el jardín sin problemas. Desde ahí saqué unas fotos y me fui.

Por todo lo demás, el examen fue muy bien. El texto de lectura era un poco raro, era de un emigrante ecuatoriano que contaba un poco de su vida en Flandes. Luego no sé porque empezaba a hablar de la discriminación a las mujeres, de la deuda externa,  de las multinacionales en Ecuador y yo que sé más. Había algunas expresiones raras que pedían que explicaras, no las había oído en mi vida, pero luego, comparando con los demás, resultó que tampoco me había alejado mucho. En el examen de escuchar, nos pusieron un fragmento sobre donde iban el rey y familia real de vacaciones. ¡Vaya dos temitas!

Mañana tengo vacaciones por el Día del Armisticio y el jueves vuelta a la carga con el escrito que vale un 40% de la nota.

Colgando las botas...



Esta vez no es una frase hecha. Este tío "colgó las botas" de verdad.



Los vándalos vuelven al ataque.



Esta casa que aparece al fondo me tiene intrigado. Tiene pinta de ser bastante bonita pero todavía no la he encontrado, sólo la veo desde la ventana del instituto de idiomas. Hablando del instituto de idiomas, tengo examen de neerlandés la semana que viene. Son tres días de examen, el examen tiene cuatro partes: escrito, oral, leer y escuchar. A ver que tal se da. Lo bueno es que el miércoles es fiesta. ¡Se celebra el día del Armisticio! Aprovecharé para estudiar un poco y echar un partido en el Sportkot, las pistas de la universidad.



Eso que véis ahí arriba es la abadía de Keizersberg. Estuve el otro día en misa y vaya lío para llegar. Unas cuestas...y con mi bici, medio rota, costaba horrores subirlas. Al final me bajé y subí andando que es más fácil. Lo peor es que cuando llego arriba me doy cuenta que me he equivocado, puse en el "guguelmaps" Keizersberg pero era el nombre de la calle no de la abadía. Así que di un par de vueltas y tuve que hacer un poco el indio pero al final la encontré. La abadía era inmensa y la capilla muy bonita.

Bueno, aquí se acabó. Colorín colorado: este cuento se ha acabado. Espero que lo hayáis disfrutado. ¡¡Hasta luego!!